La exposición a las micotoxinas en los pastizales, el forraje conservado mohoso, los piensos comprados y el material de la cama, representa una auténtica amenaza para la salud de los equinos. Esta exposición también puede ser en el largo plazo; muchos caballos son animales de gran valor y tienen una vida mucho más larga que los animales de granja o el ganado por su condición dentro de la sociedad. Los caballos deben ser atléticos, estar en buen estado físico y la participación en concursos con frecuencia significa un mayor nivel de estrés a consecuencia de los viajes y las competencias. Esto puede tener un efecto negativo sobre el sistema inmunológico, lo cual significa que los caballos pueden ser especialmente susceptibles a las micotoxinas.
Implicaciones económicas y problemas de diagnóstico
El alto valor de los caballos y yeguas reproductores significa que cualquier impacto sobre la fertilidad y el nacimiento exitoso de los potros, a consecuencia de las micotoxicosis resulta extremadamente costoso. Todo problema relacionado con la fertilidad o la gestación deberá investigarse minuciosamente. Desafortunadamente, los síntomas suelen ser vagos y muy variables, lo cual dificulta hacer un diagnóstico adecuado. El cuidadoso reconocimiento de los síntomas, el diagnóstico post mortem y los análisis concienzudos del alimento balanceado son las únicas vías para hacer un diagnóstico preciso de cualquier problema inducido por las micotoxinas.
Fuentes de micotoxinas: pasturas y forrajes almacenados
Los caballos y los ponis están en riesgo por las micotoxinas producidas por los hongos que viven en los pastizales y en el forraje conservado. La amenaza del heno es menor que del ensilaje, pero la popularidad del uso de pequeñas pacas de ensilaje con alto contenido de materia seca (henolaje) ha aumentado en los últimos años. Más fácil de fabricar y con frecuencia con mayor palatabilidad y de mayor valor nutritivo que el heno, el mal ensilaje también trae consigo una mayor amenaza de hongos y de micotoxinas asociadas.
Fuentes de micotoxinas: alimento balanceado compuesto
LLos piensos a base de granos pueden estar contaminados con toxinas de hongos en el alimento o con las que producen durante el almacenaje. Desafortunadamente, muchos dueños de caballos de recreación no verifican la calidad de sus piensos. Adicionalmente, el alimento puede dejarse en malas condiciones de almacenaje durante largos periodos y esto también puede aumentar el riesgo de contaminación por hongos.
Fuentes de micotoxinas: cama
En regiones templadas es común que los caballos se mantengan bajo techo durante parte del año. Esto los expone a micotoxinas de hongos en los materiales de la cama como paja, que también consumen. Además, otros equinos como los burros y mulas pueden alimentarse con paja ya que el forraje satisface mejor sus necesidades de una dieta con muy alto contenido de fibra.
Gama de micotoxinas que afecta a la especie equina
Diversas micotoxinas producen importantes problemas para la salud y el desempeño en caballos y otros equinos. Entre ellas encontramos la Aflatoxina, la Ocratoxina, toxinas alcaloides de endófitos específicos, deoxinivalenol, zearalenona, fumonisina, cornezuelo y toxina T-2. Los hongos Aspergillus (y Penicillium), Fusarium spp y Claviceps producen las toxinas más perjudiciales para los equinos.
Principales micotoxinas producidas por los hongos Aspergillus
Aflatoxina:
Las aflatoxinas representan una mayor preocupación para las regiones tropicales del mundo donde el clima suele ser cálido y húmedo y son menos preocupantes en países más fríos, más templados.
La ingesta de Aflatoxina puede tener consecuencias severas, tanto en caballos como en ponis. En cuanto sea posible, evite el uso de alimentos importados. Las fuentes nutricionales de alto riesgo incluyen los sub-productos de países del tercer mundo o de países en desarrollo (Ej. harina de grano de palma, copra), piensos húmedos (subproductos de la cervecería) y cascarilla de maní.
Las Aflatoxinas son carcinogénicas y producen deño hepático.
Las principales micotoxinas producidas por los hongos Fusarium
Fumonisina:
Las Fumonisinas están presentes dondequiera que se cultive maíz. Los caballos y ponis son muy sensibles a las fumonisinas. Esta toxina es causante de leucoencefalomalacia equina (LEME), lo cual significa esencialmente que el cerebro desarrolla lesiones o huecos. Esta enfermedad produce temblores musculares, mala coordinación, pérdida del reflejo de deglución y depresión – siendo una forma equina de la enfermedad de Parkinson o demencia.
Tricotecenos:
Los Tricotecenos [Ej. toxina T-2, deoxinivalenol (DON), diaceptoxiscripenol (DAS)] son toxinas comunes en el campo que encontramos en los cereales cosechados. Estas micotoxinas son irritantes tisulares.
Los signos clínicos de toxicidad por Tricotecenos incluyen la pérdida del apetito, reducción del consumo, pobre desempeño, cólicos e inmunosupresión.
Zearalenona:
La contaminación de los cereales (especialmente maíz) con Zearalenona suele ocurrir en condiciones de calor y humedad y en combinación con DON. Sin embargo, es más probable que ocurra en el campo que durante el almacenaje de los granos.
La Zearalenona es una toxina estrogénica (es decir, simula la acción de la hormona) y por ende afecta adversamente la función de la reproducción.
Principales micotoxinas producidas por hongos Claviceps
El pasto Paspalum alberga el hongo Claviceps paspali, cuyas esporas son visibles en las semillas del césped en forma de espigas ennegrecidas. Este hongo también puede habitar en otros tipos de gramíneas, incluyendo el ballica (ryegrass), la grama azul (bluegrass) y el heno. Produce toxinas del cornezuelo que están emparentadas químicamente con el LSD.
Los signos típicos de la intoxicación por cornezuelo incluyen la pérdida de coordinación, alucinaciones y gangrena seca en las extremidades. Los cascos y la cola pueden desarrollar lesiones importantes e incluso morir completamente en casos severos.
Problemas específicos ocasionados por las toxinas alcaloides del endófito
Vértigo del Ryegrass
En algunos lugares del mundo donde hay prevalencia de daño por insectos en los pastizales, se siembran variedades de pasto con altos niveles de hongos endófitos. Estas plantas viven en simbiosis con el hongo Lolitrem que libera toxinas que afectan la marcha, el comportamiento y la coordinación, produciendo una condición conocida como “vértigo del Ryegrass”. Cuando los caballos se retiran de los pastos contaminados, generalmente recuperan la normalidad después de más o menos una semana.
Este endófito está muy asociado a las hojas y prolifera en condiciones de calor, con acumulación de toxinas en la base de la planta. Cuando hay períodos de sequía seguidos de lluvia, la ballica (ryegrass) pasa por períodos de rápido crecimiento, propagando la toxina hacia arriba por la planta, aumentando dramáticamente la exposición para los equinos que pastan. En consecuencia, el vértigo de ryegrass se observa típicamente luego de una sequía, cuando empieza nuevamente a crecer la gramínea.
Estos endófitos pueden pasarse de una generación a la siguiente a través de las semillas. Por lo tanto es importante que toda semilla comprada esté libre de endófitos antes de sembrar las gramíneas para el consumo en caballos.
Toxinas de Festuca
Algunas gramíneas de festuca, especialmente las variedades altas, contienen un endófito llamado Festuca arundinacea. Este hongo crece entre las células dentro de la planta.
Las yeguas grávidas son especialmente susceptibles a esta toxina que se asocia con un mayor riesgo de aborto, irregularidad de los ciclos y mortalidad del embrión – además de un Saco corioalantoideo o “bolsa roja”. Esto es el crecimiento de una placenta endurecida que atraviesa el cuello uterino imposibilitando la expulsión del potro de forma natural.
Los sementales expuestos a las toxinas de festuca pueden presentar una reducción del volumen de semen y problemas de fertilidad.
Otros problemas causados por micotoxinas en equinos: toxinas del trébol blanco
Cuando se cosecha para producción de heno o ensilaje, el trébol blanco puede ser una fuente de micotoxinas cuando se permite la presencia de humedad o de moho. Los parches negros babosos son indicativos del crecimiento de este tipo de hongo, pero no siempre son visibles.
El trébol blanco pareciera que contiene dos tipos de toxinas:
- Un análogo del estrógeno similar a la Zearalenona que simula la producción de hormonas que puede impedir que la yegua quede preñada.
- La toxina eslaframina produce una enfermedad llamada “babeo”. Los caballos afectados babean continuamente, las lágrimas ruedan por su cara y presentan diarrea y orinan de manera descontrolada.
La gestión eficiente de micotoxinas implica tener una visión integral del desafío, desde la granja hasta el molino y desde la evaluación de riesgos hasta la gestión del alimento balanceado. El Equipo de Manejo de Micotoxinas de Alltech brinda un conjunto de soluciones para ayudarle a mitigar la amenaza que pudiera enfrentar por las micotoxinas en el campo o en el almacenaje.